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¿QUE ES LA DIETA PALEOLÍTICA? ¿FUNCIONA PARA PERDER PESO?


Quienes la practican y recomiendan, aseguran que es una forma de alimentación que ayuda a perder peso sin el riesgo del tan odiado "rebote" y que también previene muchos problemas de salud.

Recibe su nombre debido a que nuestros ancestros sólo comían plantas y animales. Comían más a menudo que nosotros hoy en día, por lo que se adaptaron a almacenar energía en forma de grasa para usarla en tiempos de escasez.

En general, la dieta es alta en proteínas, moderada en grasas (principalmente de grasas insaturadas), baja a moderada en carbohidratos (restringiendo específicamente los carbohidratos de alto índice glucémico), alta en fibra y baja en sodio y azúcares refinados. 

Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (incluidas las grasas omega-3 EPA y DHA) provienen del pescado marino, el aguacate, el aceite de oliva y las nueces y semillas.

La carne de res alimentada con pasto a menudo se destaca en la dieta, que se promueve para que contenga más grasas omega-3 que la carne de res convencional (debido a que se alimenta con pasto en lugar de granos). Contiene pequeñas cantidades de ácido alfa-linolénico (ALA), un precursor de EPA y DHA. Sin embargo, solo una pequeña proporción de ALA puede convertirse en el cuerpo en ácidos grasos omega-3 de cadena larga (EPA y DHA). La cantidad de omega-3 también es muy variable según el régimen de alimentación exacto y las diferencias en el metabolismo de las grasas entre las razas de ganado. En general, la cantidad de omega-3 en la carne de res alimentada con pasto es mucho más baja que la del pescado marino graso. El salmón cocido contiene de 1000 a 2000 mg de EPA/DHA por porción de 3 onzas, mientras que 3 onzas de carne de res alimentada con pasto contienen alrededor de 20 a 200 mg de ALA.

¿Qué comer?

• Carne, pescado, huevos, frutos secos, semillas, aceites, especias, frutas, verdura y hierbas.

¿Qué no comer?

• Refrescos y azúcares. Comidas altamente procesadas. Ni azúcar, ni granos procesados como el pan, la pasta, cereales, maíz, trigo y harinas.

ERA PALEOLÍTICA

En esta era la mayoría de las calorías de la dieta de los humanos provenía de comer todo tipo de animales: pájaros, anfibios, insectos, pescados, mariscos y mamíferos.

LO QUE DEBES EVITAR

- Zumos.
- Dulces.
- Grasas químicamente alteradas.
- Pizza.
- Lácteos.
- Arroz.
- Legumbres.

ALTER L. VOEGTLIN Fue un gastroenterólogo que se hizo popular en los años 70 y que contribuyó a esta dieta al afirmar que padecimcientos como la caries, obesidad y diabetes podían evitarse con este régimen.

LO QUE PUEDES COMER EN POCAS CANTIDADES Y DE VEZ EN CUANDO

- Café.
- Chocolate.
- Alcohol

¡IMPORTANTE! 

Un cambio brusco para hacer este tipo de dieta puede resultar demasiado para tu cuerpo, por lo que se recomienda que los cambios sean graduales.

Como en cualquier otra dieta, cada organismo responde de un modo diferente y lo ideal es consultar con un especialista para definir el tipo de alimentación que mejor se adapta a nuestro cuerpo.

La investigación hasta ahora

Algunos ensayos controlados aleatorios han demostrado que la dieta Paleo produce mayores beneficios a corto plazo que las dietas basadas en las pautas nacionales de nutrición, incluida una mayor pérdida de peso, una circunferencia de la cintura reducida, una disminución de la presión arterial, una mayor sensibilidad a la insulina y una mejora del colesterol. Sin embargo, estos estudios fueron de corta duración (6 meses o menos) con un pequeño número de participantes (menos de 40).

Un ensayo controlado aleatorizado más grande siguió a 70 mujeres suecas posmenopáusicas con obesidad durante dos años, que se sometieron a una dieta paleolítica o a una dieta de recomendaciones nutricionales nórdicas (NNR). 

La ​​dieta Paleo proporcionaba el 30 % de las calorías totales de proteínas, el 40 % de grasas (principalmente de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas) y el 30 % de carbohidratos. Incluía carnes magras, pescado, huevos, verduras, frutas, bayas, nueces, aguacate y aceite de oliva. 

La dieta NNR proporcionó menos proteínas y grasas, pero más carbohidratos con un 15 % de proteínas, un 25-30 % de grasas y un 55-60 % de carbohidratos, incluidos alimentos similares a la dieta Paleo, pero también productos lácteos bajos en grasas y cereales ricos en fibra. Ambos grupos redujeron significativamente la masa grasa y la circunferencia de peso a los 6 y 24 meses, y la dieta Paleo produjo una mayor pérdida de grasa a los 6 meses pero no a los 24 meses.

Peligros potencialesPlanificación de comidas. 

Debido a que la dieta depende en gran medida de los alimentos frescos, espere un tiempo para planificar, comprar, preparar y cocinar las comidas. Esto puede ser un desafío para estilos de vida ocupados o para aquellos con menos experiencia en la cocina.

Mayor costo. 

Las carnes, pescados y productos frescos tienden a ser más caros que las versiones procesadas, como congeladas o enlatadas.

Excluyendo alimentos. 

La exclusión de categorías enteras de alimentos de consumo común, como los cereales integrales y los productos lácteos, exige una lectura frecuente de las etiquetas en los supermercados y restaurantes. También puede aumentar el riesgo de deficiencias como las de calcio, vitamina D y vitamina B., si estos nutrientes no se ingieren constantemente de los alimentos permitidos o de un suplemento vitamínico. Por ejemplo, hay algunos alimentos no lácteos ricos en calcio que el cuerpo absorbe bien, como la col rizada y las hojas de nabo o las sardinas y el salmón enlatados con hueso, pero tendría que comer cinco o más porciones de estas verduras y espinas de pescado al día. para satisfacer las necesidades de calcio recomendadas. (Tenga en cuenta que algunas verduras, como las espinacas, que se promocionan como ricas en calcio, también contienen oxalatos y fitatos que se unen al calcio, por lo que en realidad se absorbe muy poco). 

Un pequeño estudio de intervención a corto plazo de participantes sanos mostró una disminución del 53 % desde el inicio en la ingesta de calcio después de seguir una dieta Paleo durante tres semanas. Además, la exclusión de los cereales integrales puede resultar en un consumo reducido de nutrientes beneficiosos como la fibra y, por lo tanto, puedeaumentar el riesgo de diabetes y enfermedades del corazón.

Problemas de salud de una alta ingesta de carne. Varios estudios han demostrado que un alto consumo de carne roja está relacionado con un mayor riesgo de muerte, enfermedades cardiovasculares y diabetes.

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¿QUE ALIMENTOS AUMENTAN EL AZUCAR EN LA SANGRE? (DIABETES)


¿Cuál de las sustancias nutritivas aumenta la glucemia (azúcar en la sangre)? 

Los alimentos contienen tres sustancias nutritivas que aportan energía: proteínas, hidratos de carbono y grasas. Las cantidades de los tres varían de acuerdo con cada alimento. Por lo pronto, usted debe saber que la glucemia no aumenta por el consumo de proteínas ni de grasas. 

Únicamente los hidratos de carbono aumentan la glucemia, pero esto no significa que si usted es diabético deba excluirlos de su alimentación, al contrario, ¡puede consumir una gran variedad de alimentos que contengan hidratos de carbono!, sólo requiere que incluyan un gran contenido de hidratos de carbono complejos (almidones, incluida la fibra) y repartir regularmente su ingestión a lo largo del día. 

Comer mucha grasa en lugar de azúcares complejos sería contraproducente, ya que se aceleraría el desarrollo de problemas cardiovasculares y de ganancia de peso. 

Principios en el manejo de la alimentación 

Una alimentación adecuada o idónea es la que le proporciona al organismo las cantidades de nutrimentos que requiere para su buen funcionamiento sin deficiencias, pero sin excesos. Use su sentido común, una alimentación sana y bien balanceada es muy similar en una persona con o sin diabetes. 

A continuación le ofrecemos algunos consejos para hacer posible el inicio y el seguimiento de una alimentación adecuada. Es muy importante considerar que “seguir el plan de alimentación” no debe efectuarse sólo durante un periodo, sino convertirse en un propósito de por vida: Ello significa comer bien. 

Puede comenzar por anotar lo que come durante un día del fin de semana y dos días entre semana, incluyendo los horarios de las comidas. Probablemente pensará: “Bueno, mmm, creo que estoy comiendo demasiado”. 

Si está usted excedido de peso no se desespere:

- No quiera bajar de peso rápidamente; recuerde que se trata de aprender a comer bien. Se recomienda bajar de 500 g a 1 kg por semana. 

- Debe usted pesarse una vez cada siete o 15 días, como método de vigilancia. 

- Evite los alimentos ricos en azúcares simples (azúcar, miel, piloncillo, caramelos, pan de dulce, jugos de frutas y refrescos), colesterol (yema de huevo, vísceras, —sesos e hígado—), grasa, especialmente la de tipo saturada (tocino, paté, chorizo, queso de puerco, crema y manteca de cerdo) y sodio (sal). 

- Aumente el consumo de alimentos ricos en fibra; le ayudarán a satisfacer el apetito y le darán placer al masticarlos. La fibra retarda la absorción de los carbohidratos simples, por lo que favorece que no se eleve tanto el azúcar en la sangre después de comer. 

- Evite el consumo excesivo de proteínas (carnes y leche), pues ellas le dan un trabajo extra al riñón —órgano que en particular un paciente con diabetes no debe descuidar—; además, la mayoría de los alimentos ricos en proteínas también lo son en grasas saturadas. 

- Es importante diversificarlos y combinar varios de todos los grupos en las tres comidas, ya que cada uno de ellos es rico en algún tipo de nutrimento. 

- No deje pasar más de cinco o seis horas entre una comida y otra, ya que aumenta el apetito y entonces se come más. 

- En ocasiones se pueden recomendar colaciones para prevenir las hipoglucemias. 

- Incremente la actividad física; esto ayuda a mantener más estable la glucosa en sangre. 

- Debe detectar actitudes o situaciones que lo hacen excederse en los alimentos y encontrar sustitutos recreativos. Por ejemplo, si disfruta ver la televisión, hágalo sin consumir alimentos durante esta actividad. 

- No se deje llevar por falsas creencias sobre la nutrición de otras personas con diabetes. Consulte datos en fuentes realmente confiables y manténgase informado sobre las novedades relacionadas con la diabetes. 

Colaciones (refrigerios) 

Si usted toma tabletas hipoglucemiantes para controlar la diabetes, es probable que esté acostumbrado a hacer tres comidas al día y pueda continuar así. No deje pasar más de cinco o seis horas entre una y otra. 

Si usted se controla con insulina, algunos esquemas pueden requerir —su médico así se lo indicará— el consumo de alimentos entre las comidas principales, es decir, tome un refrigerio. Estos alimentos también se llaman colaciones y tienen el objetivo de evitar que se presenten bajas de azúcar y que alguna de las comidas sea muy abundante, lo cual favorecería elevaciones importantes de glucemia después de comer. 

Con las colaciones se consume la misma cantidad de alimentos durante el día, simplemente se dividen las comidas en más tiempos. 

Lea las etiquetas de los alimentos procesados 

Los ingredientes de los alimentos se enlistan en orden de acuerdo con la cantidad presente y comenzando con la mayor.  Muchos comestibles etiquetados como “dietéticos” o “bajos en calorías” pueden tener glucosa en diferentes formas; por ejemplo, la sacarosa (conocida como azúcar de mesa), la fructosa, la dextrosa, el jarabe de maíz, el manitol y el sorbitol. 

Los productos “endulzados en forma natural, sin azúcar”, como concentrados de jugos de fruta, tienen este tipo de azúcares y pueden confundirlo, elevando la glucosa que hay en la sangre, aunque no tanto como la sacarosa. 

Los azúcares como la fructosa contienen la misma cantidad de calorías que la glucosa, pero se absorben más lentamente en el tubo digestivo. Puede buscar el apoyo de un nutriólogo para planear su dieta. 

Es mejor comprar productos hechos con grasas poliinsaturadas; se deben evitar alimentos cuyos ingredientes incluyan grasa de res, manteca o mantequilla. Asimismo, es necesario elegir productos cuyos ingredientes grasos sean aceites líquidos de maíz, oliva, cártamo, girasol y soya. Los que se anuncian como “aceites parcialmente hidrogenados” pueden no ser saturados, pero deben evitarse, porque su procesamiento los convierte en éstos. Elija usted alimentos bajos en calorías (menos de 20 cal por porción), grasas saturadas y colesterol. 

Un alimento se considera adecuado si cada porción contiene 20 mg o menos de colesterol, 2 g o menos de grasa saturada y 5 g o menos de grasa total. Comprender bien la información que se presenta en las etiquetas de ciertos productos ayudará a determinar si alguno contiene azúcar en exceso o grasas saturadas y si es adecuado dentro del plan de alimentación. 

Edulcorantes no nutritivos 

Hoy en día se tiene la ventaja de utilizar sustitutos para endulzar los alimentos, como la sacarina, el acesulfame-K, el aspartame, la sucralosa y los alimentos que los contienen, como gelatinas de dieta y refrescos sin azúcar. Éstos prácticamente no contienen calorías y pueden utilizarse en pequeñas cantidades. 

El aspartame es el principal edulcorante utilizado en productos alimenticios; está elaborado a base de dos sustancias que también forman parte de proteínas: los aminoácidos fenilalanina y el ácido aspártico, los cuales se encuentran en los alimentos en forma natural. El aspartame es aproximadamente 180 veces más dulce que el azúcar de mesa, por lo que sólo se requiere en muy pequeñas cantidades. No eleva la glucosa en la sangre. Un inconveniente es que no puede utilizarse para preparar alimentos horneados a altas temperaturas, pues pierde su capacidad para endulzar. Su presentación comercial es en polvo, tabletas o forma granulada. 

La sucralosa, por su parte, es el más nuevo de los edulcorantes y es aproximadamente 600 veces más dulce que el azúcar de mesa; no eleva la glucosa en sangre, se puede emplear a altas temperaturas y no pierde su dulzor. Este producto está disponible en forma de polvo o de gránulos, y con él puede elaborar alimentos horneados o cocinados a altas temperaturas. 

Los nombres comerciales de los edulcorantes son diferentes en cada país; sin embargo, no se necesita emplear determinada marca; elija el que más le agrade, pero ¡no sin antes haberse fijado en los precios! Además, se ha comprobado que estas sustancias no perjudican la salud. 

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LA ALIMENTACIÓN PARA PERSONAS CON DIABETES


El azúcar (glucosa) que circula en la sangre es indispensable, pues constituye nuestra principal fuente de energía para mantener las actividades del organismo. En pocas palabras, el cuerpo no puede vivir sin ella. La mayoría de la gente ha oído hablar de la diabetes, pero no todos saben qué es y cómo se trata. Muchos piensan que tenerla significa que una persona ya no puede disfrutar más de la comida, practicar su deporte favorito o ir de fiesta. 

Una de las partes más importantes del tratamiento de la diabetes es mantener el equilibrio entre lo qué se come, cuánto y cuándo se come. Si se consumen los alimentos correctos y en las cantidades adecuadas es más fácil controlar el nivel de azúcar en sangre. 

La meta del tratamiento es mantener la glucosa en sangre tan normal como sea posible. Pero no es sólo eso, también es importante que los niveles de las grasas en sangre sean los adecuados y que la presión arterial se mantenga en rangos normales. 

Un plan de alimentación apropiado debe contribuir a lograr todos estos objetivos. 

Nutrimentos: ¿qué son y dónde se encuentran? 

Los nutrimentos son sustancias esenciales para el organismo que se encuentran en los alimentos. Con el tiempo, su cantidad en exceso o su deficiencia propician enfermedades. 

Los nutrimentos son: Proteínas. Hidratos de carbono (carbohidratos). Grasas. Vitaminas. Oligoelementos (minerales). Una caloría es la unidad de medición de la energía producida por los alimentos. Los tres primeros nutrimentos son los que aportan energía; a ellos se les llama macronutrimentos. 

Existen otros compuestos químicos que también pueden afectar la estructura o función de los órganos y los tejidos: El agua. La fibra. La sal. Proteínas para el crecimiento y la formación de tejidos. 

Nuestro cuerpo está formado por células, de la misma manera que un pueblo está conformado por casas. La estructura celular está casi completamente configurada por proteínas, así como algunas habitaciones están hechas, sobre todo, con ladrillos. Hay células que sólo viven durante un tiempo y después mueren, por lo que una nueva célula tiene que formarse. Para ello se necesitan proteínas, las cuales renuevan cualquiera de los elementos que se van “gastando”. Las proteínas también son parte fundamental de muchas hormonas que se producen en nuestro cuerpo.

¿En qué alimentos se encuentran las proteínas? 

Se encuentran principalmente en las carnes rojas, las aves, los pescados, los mariscos, la leche, quesos, la clara de huevo (proteína de origen animal) y en las legumbres, como los frijoles, las habas, las lentejas y la soya (proteína de origen vegetal). 

Hidratos de carbono, importantes fuentes de energía. 

Es necesario ingerir hidratos de carbono, porque nos proporcionan energía para todas las funciones, al trabajar y cuando dormimos o estamos en reposo. Los hidratos de carbono se dividen en dos tipos: almidones, o hidratos de carbono complejos, e hidratos de carbono simples, los cuales, también llamados azúcares, pasan rápidamente a la sangre. En general los almidones o hidratos de carbono complejos se digieren lentamente en el tubo digestivo y, una vez convertidos en azúcares simples, pasan a la circulación. Por ello se recomienda incluir en la alimentación más hidratos de carbono complejos y muy pocos hidratos simples, para evitar elevaciones bruscas de glucosa en la sangre. Es por eso que en el tratamiento de hipoglucemias o bajas de glucosa recurrimos a los azúcares simples. 

¿Qué alimentos son ricos en hidratos de carbono? 

Las frutas como el mango, el plátano y la naranja contienen hidratos de carbono simples, así como también el azúcar de mesa, la miel, las jaleas y los refrescos. Por otra parte, los cereales, como la tortilla, el pan, el arroz, el elote, la avena, los tubérculos —como la papa y el camote— y las legumbres —como los frijoles, las habas, las lentejas y las alubias— contienen hidratos de carbono complejos. 

Las grasas brindan el doble de energía que los hidratos de carbono.

Las grasas son importantes en la alimentación porque proporcionan energía y son necesarias para favorecer un crecimiento adecuado; sin embargo, si se ingieren en exceso se sube de peso más fácilmente y los lípidos en la sangre también pueden aumentar (por ejemplo, el colesterol y los triglicéridos). 

Si usted tiene diabetes será más propenso a tener anormalidades de los lípidos en la sangre que las personas que no padecen la enfermedad. 

Las grasas de la alimentación son de tres tipos: saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas. El excesivo consumo de las primeras se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se encuentran principalmente en las grasas de las carnes, el tocino, los lácteos no descremados, la manteca, la mantequilla, la crema, la margarina hidrogenada y la manteca vegetal. 

Deben preferirse las grasas monoinsaturadas que se encuentran en el aguacate, el aceite de oliva, los cacahuates y las nueces, y las grasas poliinsaturadas de los aceites vegetales, como el de girasol, maíz, cártamo, soya y de pescado. 

El colesterol es un tipo de grasa que el cuerpo elabora y sólo se encuentra en alimentos de origen animal. El nivel de dicha sustancia en la sangre resulta de lo que produce nuestro cuerpo (85%) y de lo que comemos (15%). El colesterol se encuentra principalmente en la yema de huevo y en las vísceras, por lo que se recomienda consumirlas con moderación. 

Los triglicéridos son otro tipo de grasa que el propio organismo produce a partir de azúcar, grasas, alcohol o calorías en exceso que contienen la alimentación. Los triglicéridos de la dieta se encuentran principalmente en los productos de origen animal, así como en aceites y grasas sólidas. 

Vitaminas y oligoelementos 

Son importantes para el crecimiento y la formación de las células de la sangre, y ayudan a mantener la piel saludable, así como a tener buena visión y dientes y huesos fuertes. El cuerpo requiere proporciones muy pequeñas de estos elementos que no aportan energía. Las vitaminas son la A, D, E, K, C y el complejo B. 

Los oligoelementos que más abundan en el organismo son el calcio, el fósforo, el sodio, el potasio, el cloro, el azufre y el magnesio. Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y oligoelementos. Estos últimos componentes se encuentran principalmente en la leche, las carnes y las verduras. 

Un oligoelemento muy importante es el calcio, pues ayuda al crecimiento y mantenimiento de los huesos y los dientes. Generalmente quien tiene una alimentación equilibrada no necesita complementos de vitaminas. 

Agua 

Las dos terceras partes del cuerpo están constituidas por agua, por lo que es el nutrimento más importante para sobrevivir, pues permite la excreción de sustancias de desecho por medio del riñón. También ayuda a mantener el balance de electrólitos y la temperatura a través de la sudoración. Lo ideal es tomar entre seis y ocho vasos de agua al día e incluir en la dieta caldos, tés, café o líquidos sin azúcar. 

Fibra dietaria 

La fibra de la dieta proviene en parte de las plantas que el organismo no digiere y, en consecuencia, no absorbe; proporciona volumen y residuo a la dieta, pero no aporta calorías. Esto ayuda a satisfacer el apetito más pronto, porque da la sensación de saciedad. El tránsito de las heces fecales a través del intestino mejora si, además de incluir fibra en las comidas, se toma suficiente agua, pues la primera actúa como una “esponja” que absorbe el agua y ayuda a que circulen y se eliminen mejor los desechos de la nutrición. 

Hay dos tipos de fibra en los alimentos. La primera es soluble en agua —se encuentra principalmente en avena, frijoles, nopales, manzana, higo y cítricos, como la naranja— y contribuye a disminuir el colesterol y la glucosa de la sangre, pues dificulta su absorción. El otro tipo es la fibra insoluble en agua —el salvado y las verduras en general contienen mucha de esta clase de fibra—, la cual previene el estreñimiento y otros desórdenes digestivos. 

Recuerde: si los alimentos tienen alto contenido de fibra, el aumento de la glucemia después de las comidas será más lento y apropiado. 

Este incremento también depende de la forma en que se preparan los comestibles (asados, molidos, licuados o exprimidos). En la mayoría de los casos, los alimentos con mínima preparación contribuyen a que la glucemia aumente lentamente y en menor proporción. 

El consumo de sal debe ser moderado 

El nombre químico de la sal de mesa es cloruro de sodio. Se trata de un compuesto indispensable para las células del cuerpo. Los alimentos contienen algo de sal más lo que uno agrega al prepararlos. Su consumo excesivo promueve en algunas personas el desarrollo de hipertensión arterial y retención de líquidos. 

Alimentos ricos en sodio (sal) 

- Los alimentos procesados, cuando en su etiqueta especifique que contienen conservadores como sodio, benzoato de sodio, propionatos de sodio, glutamato monosódico, alginato sódico, hidróxido de sodio, sulfito de sodio, bicarbonato de sodio (polvo para hornear), pectinato de sodio, caseinato de sodio, etc. 

- Los productos salados, como las botanas (papas fritas, cacahuates, encurtidos, palomitas, galletas y conservas en salmuera). 

- La sal de apio. 

- Los aderezos y condimentos procesados, como salsa de soya, salsa catsup, pepinillos, mostaza y aceitunas. 

- Los extractos de carne, sazonadores, caldos y consomés caseros. 

- Los embutidos y carnes curadas (jamón, salchicha, mortadela, salami, tocino). 

- Los productos lácteos, excepto los quesos panela y cottage, así como el requesón bajo en sal. 

- Las carnes y los pescados enlatados, secos y ahumados. 

- Los mariscos. 

- El agua mineral. 

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