La fresa (Fragaria vesca) pertenece a la familia de las Rosáceas. Esta planta perenne tiene un rizoma frondoso, del cual parten estolones rastreros que producen nuevas plantas; hojas radicales, dentadas, flores blancas reunidas en ramilletes.
El receptáculo agudo forma una pulpa aromática con numerósos áquenios. En nuestras latitudes crece en los bosques y lugares herbosos, y florece de mayo a agosto. Los frutos son comestibles. También se preparan con ellos jarabes.
De rico poder nutritivo, las fresas se hallan indicadas en los anémicos y, en cambio, es desaconsejable para los obesos, diabéticos y para los que padecen de urticaria y alergia. En farmacología se usan las hojas y el rizoma, que se recolectan en primavera y que deben desecarse al aire libre si no se usan recién cogidos.
El rizoma de la fresa tiene una acción refrescante y antigotosa. Usada en cocimientos está indicada contra los cálculos y los reumatismos.
La difusión de la variedad de fruto grande (fresón) ha alcanzado una gran expansión y se cultiva abundantemente en España desde que se han mejorado las posibilidades de su conservación y transporte.
Cocimiento de hojas frescas:
antirreumático, antigotoso y antidiarreico.
Hervir un manojo de hojas frescas en un litro de agua, hasta que ésta se reduzca un tercio. Pasar por un colador y dejar enfriar.
Dosis: una cucharada sopera por la noche, antes de acostarse.
La duración del tratamiento no tiene limitación.
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