¿Cómo hacer germinar la alfalfa?
Su tiempo de germinación es de unos cuatro días y el resultado que se obtiene siempre es agradable. Para recolectar la cantidad de un buen puñado de brotes de alfalfa, se colocan dos cucharadas soperas colmadas en un tarro de cristal, se cubren bien de agua mineral y se dejan en remojo medio día.
Después, para usarlo como filtro, colocaremos una gasa en la boca del tarro ajustándolo con una goma elástica, así se enjuagan y se escurren las semillas sin tocarlas. Esta operación se repite varias veces al día, colando el agua a través de la gasa y dejando dentro solo una atmósfera húmeda. Girar el tarro y colocarlo de modo que las semillas se queden pegadas a las paredes.
Al principio (el primer día) el tarro puede guardarse en un lugar con poca luz, pero después lo pondremos en un entorno luminoso, sin luz solar directa, para que las semillas reverdezcan. Pongamos el tarro en un sitio al que podamos acceder fácilmente para ocuparnos cómodamente de las semillas.
Cuando podamos (entre 2 y 5 veces al día), llenaremos el tarro con agua, las enjuagaremos y las escurriremos a través de la gasa.
Cuando las semillas brotan, si nos parece que están apretujadas, las colocaremos en un plato perforado, bien extendidas, o bien en un colador grande (que no sea metálico) y pondremos un plato de cristal por encima, vigilando que circule el aire por los lados, para que se mantenga una atmósfera de humedad ventilada.
Los brotes suelen tener unos 2 cm cuando aparecen las primeras hojitas verdes... Finas y crujientes, se consumen cuando tienen entre 2 y 3 cm de longitud.
¿Cómo hacer germinar el girasol?
Lo bueno del girasol es que lo podemos consumir en cuanto el germen despunta. Brota con rapidez y ofrece dos posibilidades de degustación muy diferentes: pipas recién germinadas o brotes tiernos. Dos formas distintas de disfrutar.
El tiempo de germinación de las pipas de girasol peladas es de tres días.
Colocar cuatro cucharadas soperas de pipas de girasol peladas en un tarro de cristal y cubrir de agua mineral. Dejar en remojo media jornada.
Tras unas cuantas horas en remojo, enjuagar bien frotando las pipas entre los dedos. Las pielecitas de las pipas se irán desprendiendo y con el agua se van fácilmente. También pueden consumirse en este estadio, solo en remojo.
Escurrir, colocar una gasa en la boca del tarro, ajustada con una goma y conservar así la atmósfera húmeda. Darle la vuelta al tarro de forma que las pipas se peguen en las paredes del tarro. Dejar el bote inclinado para evitar que el agua se estanque, apoyándolo contra la pared, por ejemplo.
También podemos extender las semillas en un plato perforado con una tapa de cristal por encima. Los siguientes días, se procede a enjuagados y regados con agua mineral dos veces al día.
Los brotes pueden empezar a consumirse cuando miden medio centímetro, aproximadamente. Si esperamos un par de días más (y siempre que hayamos usado pipas peladas) empiezan a aparecer hojitas verdes, que serán los deliciosos brotes tiernos.
¿Cómo hacer germmar las lentejas?
Colocar cinco o seis cucharadas de lentejas verdes (que tengan un sabor fuerte y característico) en un bol y enjuagarlas cuidadosamente, retirando eventuales palitos o piedrecillas.
Las lentejas se disponen entonces en el tarro, cubiertas de agua (por lo menos tres veces su volumen) y se dejan en remojo una noche. A la mañana siguiente se cambia el agua hasta que ya no tenga color alguno ni espumas. Dejar en el tarro tras haberlo inclinado para que se queden las lentejas pegadas en las paredes.
Regar con agua mineral y enjuagar por lo menos dos veces al día. Cuando aparece el germen, de pocos milímetros, se pueden consumir.
Si nos parece que las lentejas verdes tienen un sabor demasiado fuerte, una breve cocción al vapor permitirá suavizarlas. Si se prolonga un poco más de la cuenta el brote de las semillas, se vuelven fibrosas y poco agradables de tomar.
Si escogemos lentejas coral, bastará con medio día en remojo. Cuando aparece un germen de pocos milímetros pueden consumirse. Su color es precioso y el germen tiene un sabor tierno y fresco. Son más dulces y digeribles que las lentejas verdes. Las lentejas coral se toman crudas desde que el germen aparece o en forma de brote tierno, cuando llegan a los 2 ó 3 cm.
¿Cómo hacer germinar la quinoa?
Enjuagar la quinoa batiendo las semillas, que tienen tendencia a flotar. Para empezar, simplemente las colocaremos en un tarro largo de cristal. Por lo general, 3 ó 4 cucharadas soperas de semillas bastarán.
Una vez en el tarro, se cubren completamente de agua mineral. Colocar un trozo de gasa o de tul en la boca del tarro, ajustada con una goma elástica. Como se trata de semillas muy pequeñas, la gasa será extremadamente útil para escurrirlas con facilidad.
Han de permanecer en remojo de dos a cuatro horas, luego enjuagadas con agua mineral a través de la gasa y escurrirlas con un colador. Dejarlas en el tarro en una atmósfera húmeda y darle la vuelta al tarro para que las semillas se queden adheridas a las paredes. El tarro se deja un poco inclinado para que no se estanque el agua y se aireen las semillas.
Hay que enjuagarlas un par de veces al día. Para hacerlo sin estropear las semillas, se recubren generosamente con agua para darles un «baño». Ello permite despegar los granos y evitar el riesgo de fermentación. Al escurrirlas, se debe tener la precaución de que las semillas queden pegadas a las paredes del tarro.
El tiempo de germinación es de dos o tres días, pero entre la germinación incipiente y los primeros brotes verdes pueden pasar de dos a seis días. La quinoa puede tomarse desde que despunta el germen. Una vez ha brotado, al llegar a unos 2 ó 3 cm, deben consumirse rápidamente porque empiezan a marchitarse.
¿Cómo hacer germinar el fenogreco?
Se enjuagan las semillas antes de ponerlas en remojo con agua mineral, durante una noche, en un tarro. Bastará con tres o cuatro cucharadas soperas de semillas.
A la mañana siguiente se cambia el agua, que ya tendrá color. Se enjuaga y se escurre. Colocar un trozo de gasa en la boca del tarro y mantenerla ajustada con una goma (o ponerle una tapa perforada). Darle la vuelta al tarro para que las semillas se peguen a las paredes del tarro y dejarlo un poco inclinado para que no se estanque el agua y el aire circule. Las semillas se enjuagan dos o tres veces al día, para eliminar el gel que producen y que no se peguen entre ellas.
El tiempo de germinación del fenogreco es de unos tres días para obtener simplemente fenogreco germinado. Si preferimos brotes tiernos, habrá que prolongar el cultivo y contar por lo menos una semana. Llegados a ese paso, y si los brotes son vigorosos, se pueden conservar en la nevera varios días, a condición de mantener los brotes secos. Para ello suelo usar una centrifugadora de verduras para secarlas antes de volverlas a poner en el tarro.
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