LA RHODIOLA ROSEA
Otro increíble adaptógeno que proviene de Oriente, con una larga historia tras él, es la rhodiola (rhodiola rosea), también conocida como raíz de la rosa, rosa wort, raíz dorada, y, debido a que crece en las frías regiones árticas de la Siberia oriental, como raíz ártica.
Además de florecer en climas fríos, la rhodiola se ha adaptado a altitudes elevadas (desde los 3.352 a los 5.846 metros) produciendo flores amarillas que exhalan el perfume de las rosas. De ahí, su nombre latino, rosea.
Los conocimientos tradicionales antiguos, en materia de hierbas medicinales, colocaban a la rhodiola en un lugar privilegiado puesto que mejoraba la salud y prolongaba la vida. Hace tres mil años se creía que aquellos que bebían té de rhodiola vivían más de 100 años, lo que motivó que los antiguos emperadores chinos organizaran expediciones en busca de esta potente planta. En Mongolia se usaba para tratar el cáncer y la tuberculosis, mientras que en Georgia se prescribía para combatir la fatiga, fortalecer la resistencia física y aliviar la depresión. En Siberia, la tradición señalaba que los recién casados debían ingerir rhodiola para aumentar su potencia sexual, y, mejorar las probabilidades de concebir a un bebé saludable.
LA CIENCIA MODERNA DE LOS ADAPTÓGENOS
Pero no todo es solo simplemente conocimiento tradicional o folclore. La ciencia moderna ha confirmado que la rhodiola posee numerosos e impresionantes beneficios sobre la salud. Entre ellos tenemos a su habilidad para mejorar la con centración, incrementar la energía física, balancear las hormonas del estrés, restaurar el azúcar saludable de la sangre y los niveles de insulina en los diabéticos, así como mejorar el estado de ánimo y potenciar el sistema inmunológico.
Como un adaptógeno, la rhodiola parecer ser, por lo menos, tan poderosa como el ginseng y protege al organismo contra la aparición de altos niveles de la hormona del estrés, llamada cortisol. Simultáneamente, estimula el desempeño mental y físico. Por esta razón fue exhaustivamente investigada por el gobierno soviético y sus científicos militares a partir de la década de 1940. Esta investigación tenía como propósito mejorar el desempeño de los soldados soviéticos en el campo de batalla, es por ello que se conservó como un secreto de estado celosamente guardado. Los científicos rusos estaban tan impresionados con esta hierba que empezaron a dársela a los atletas soviéticos y, más adelante, se convirtió en un producto básico para los cosmonautas a fin de ayudarlos a adaptarse al estrés de retornar a la Tierra después de largas misiones en el espacio.
LOS EFECTOS MENTALES DE LA RHODIOLA
Los efectos de la rhodiola sobre el cerebro son quizás los más interesantes. Numerosos estudios han demostrado que mejora la concentración y el lapso de atención, especialmente cuando uno está cansado.
A través de diversos test de lectura, realizados durante una investigación, se halló que los sujetos que ingirieron rhodiola disminuyeron su número de errores en un 88%.
Esta trabaja, parcialmente, mediante su función antioxidante, protegiendo al cerebro frente al daño que causan los radicales libres, de manera similar a la forma en que actúa el ginkgo.
Se ha demostrado que la rhodiola ayuda al cerebro a producir serotonina, un importante neuro transmisor que mejora el estado de ánimo y es eficaz para mantener la sensación de satisfacción. Los investigadores rusos, antes mencionados, descubrieron que una de las formas en que la rhodiola ayuda a aliviar la depresión es potenciando el transporte de dos importantes precursores, triptofano y 5-hidroxitriptofano (5-HTP), dentro del cerebro para incrementar los niveles de serotonina.
En Rusia es usada para ayudar a tratar el Desorden Afectivo Estacional (DAE), una enfermedad depresiva relacionada con el clima muy frecuente en las latitudes septentrionales, causado por la falta de rayos solares durante los largos y oscuros meses del invierno. Así, por ejemplo, durante un ensayo clínico se les dio 200 mg de rhodiola a 128 personas que sufrían de depresión. Dos tercios de estos pacientes experimentaron una reducción muy considerable en la completa desaparición de todos los síntomas que los aquejaban.
LA RHODIOLA Y LA SALUD DEL CORAZÓN
Esta planta ayuda a controlar las arritmias (latidos erráticos). También se ha demostrado que restaura la salud cardiaca reduciendo la emanación de hormonas adrenales, tales como los catacolaminas y los corticoides, que se producen cuando el organismo se halla bajo estrés. Si no se vigilan, estas hormonas del estrés elevan la presión arterial y aumentan los niveles de colesterol. Se ha comprobado que la rhodiola ayuda a prevenir las dolencias cardiacas reduciendo los niveles de colesterol en la sangre y otras grasas dañinas que causan dichas dolencias y generan el daño de las arterias.
LA RHODIOLA Y EL CÁNCER
La rhodiola potencia el sistema inmune, ayudando al cuerpo a luchar contra la formación y diseminación del cáncer. Puesto que se trata de un potente antioxidante, esta hierba previene el daño que pueda ocasionarse a las membranas celulares sanas (peroxidación lipídica), daño que inicia muchas formas de cáncer. También incrementa la producción y fortalece la actividad de las células asesinas naturales usadas por el sistema inmunológico para destruir las células cancerígenas. Cuando un grupo de científicos inició experimentos con animales, descubrieron que el extracto de rhodiola ayudaba a inhibir el crecimiento de los tumores en un 39% y reducía la expansión de las referidas células cancerígenas (metástasis) en un 50%.
Asimismo, se ha descubierto que esta hierba es muy útil durante el proceso de recuperación del cáncer, por cuanto apoya la función destoxificante del hígado, la que puede ser sobrepasada durante las terapias tradicionales llevadas a cabo contra esta enfermedad. Se ha demostrado que puede ser muy útil para combatir el cáncer de vejiga y que los extractos de esta planta incrementan los ratios de supervivencia frente a diversos tipos de cáncer, como los adenocarcinomas y el cáncer de pulmón.
LA RHODIOLA Y LA PÉRDIDA DE GRASA
En la cúspide de la impresionante lista de beneficios que hemos descrito, se ha comprobado que la rhodiola es muy útil para controlar el peso, dado que ayuda a quebrar la grasa dura y difícil de perder, almacenada por el cuerpo y mejora los ratios de músculo a grasa.
Como cualquiera que ha intentado perder peso rápidamente aprende, eliminar la grasa almacenada es la tarea más difícil. La clave para vencer y liberar los depósitos de grasa más persistentes, es una enzima conocida como lipasa sensible a hormona (LSH). Esta hormona ayuda al organismo a quebrar la grasa almacenada, de tal forma que pueda ser liberada y, luego, ser quemada como energía. Para estimular dicha hormona es necesaria la presencia de un químico conocido como cAMP (en inglés: cyclic adenosime monophosphate). En efecto, investigaciones científicas han demostrado que la rhodiola ayuda a activar este químico y con ello estimula la liberación de la referida lipasa sensible a hormona. Lo que, a su vez, facilita la liberación de la grasa corporal, de tal manera que esta pueda ser que quemada como combustible para incrementar la energía celular.
Otro estudio, llevado a cabo con voluntarios a los que se les prescribió extracto de rhodiola, comprobó que aquellos que ingirieron esta hierba, experimentaron, respecto de aquellos que no la tomaron, una subida de 44% en los niveles de sérum de los ácidos grasos, después de una hora de ejercicio con una bicicleta (el aumento de los niveles de los ácidos grasos indica que la grasa está siendo liberada desde las células). Un nuevo estudio señaló que, cuando la rhodiola se combinaba con una simple caminata de treinta minutos, los niveles de grasa disminuían un 17% en los sujetos tratados. Finalmente, un grupo de voluntarios obesos añadieron rhodiola a sus programas para bajar de peso, con lo que lograron perder un 11% de su peso corporal total, en comparación al 4% de los voluntarios que no recibieron esta planta, después de un periodo de tres meses.
Estos maravillosos resultados muestran que esta hierba, combinada con ejercicio modesto y una dieta sensible, puede convertirse en un poderoso aliado para controlar el peso, ayudando a activar enzimas que queman la grasa a fin de perder el exceso de peso.
ESCOGIENDO UN SUPLEMENTO DE RHODIOLA
Al igual que con otras hierbas, asegúrese de haber adquirido la sustancia verdadera. Existen muchas variedades de plantas de rhodiola, pero se sabe que solo una es efectivamente conocida como rhodiola rosea. Esta posee muchos ingredientes activos, pero los componentes clave son los llamados rosavin y salidroside. Por ello es preferible ingerir suplementos de rhodiola que estén estandarizados y, por ende, pueden garantizar, por lo menos, un 2% de rosavin y un 1% de salidroside.
DOSIS SUGERIDA
Tome 100 mg de un extracto estandarizado, dos o tres veces al día, antes de las comidas.
SEGURIDAD Y PRECAUCIONES
La rhodiola rosea es una hierba extremadamente segura y está libre de contraindicaciones y efectos secundarios.
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