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CUANDO LLEGA EL INVIERNO: BENEFICIOS DE LA EQUINÁCEA

ZUMOS Y BATIDOS DE FRUTAS Y VERDURAS


Los nutricionistas y demás profesionales de la salud recomendamos constantemente el consumo de frutas y verduras frescas con más frecuencia ya que estamos obstruyendo las arterias con grasas no saludables, saturadas de proteínas. Este consejo se repite también constantemente en libros, revistas y páginas web. En ellos podernos encontrar desde los consejos más directos hasta los más estrafalarios, como que el secreto de la inmortalidad radica en convertirse en un ávido devorador de lechugas y un fanático zumos y batidos frutales. Existe un punto intermedio, y eso es lo que vamos a tratar en este apartado que hemos llamado zumoterapia en esta web.

Si bien comentamos el valor nutritivo de la fruta y de las verduras, promueve la evidencia de que las recetas de batidos y zumos están para que las disfrutemos. Si nuestro gusto personal no se extiende hasta una bebida de espinacas, no hace falta que la probemos (si bien es más sabrosa de lo que parece). De forma similar, las recetas contra las resacas y aquellas que intentan mejorar la salud de determinadas partes del cuerpo son también para que las saboreemos; el hecho de que sean beneficiosas para nuestra salud es anecdótico.

Se dice que nadie muere deseando haber pasado más tiempo en la oficina, y a pesar de que parece improbable que alguien haya fallecido deseando haber comido más verduras, podría ser una pena morir joven a causa de un ataque de corazón y que nuestro último pensamiento fuera si podríamos haber evitado la tragedia si nos hubiéramos decantado por los batidos frescos en lugar de por la cerveza.

Los zumos y batidos son similares, pero no idénticos. Preparar un zumo implica incorporar frutas o verduras frescas en nuestra dieta, pero hay algo ligeramente más hedonístico en los batidos. Éstos son combinaciones con leche, nata, helado o yogur, riquísimos y dulces, que mejoran y complementan el sabor del zumo fresco. También pueden incorporar hierbas y especias, tales como el jengibre, la canela, el perejil o el romero, o incluso miel para incrementar la dulzura. Los niños en particular disfrutan con un poco de coco o chocolate rallado por encima de los batidos. Si añadimos hielo triturado o incluso bebidas con gas, podemos expandir nuestro repertorio mucho más e introducirnos en el reino de los cócteles: algunos, como la clásica piña colada, están muy ricos con un chorrito de ron o de vodka.

Los zumos pueden prepararse con una batidora, triturando la fruta, mezclando la piel, las pepitas y la pulpa y... ¡tachán! Ya está lista la bebida. Así podemos consumir la fruta entera, con la fibra y el zumo que contiene. Además de aportar vitaminas y enzimas a nuestro cuerpo, consumiremos la fibra de la fruta, que es excelente para la salud del colon y de los intestinos. 

Cuando exprimimos una fruta o una verdura conseguimos algo distinto, puesto que dejamos la fibra y la pulpa de la fruta en el exprimidor o en la licuadora. De esta forma, eliminamos los nutrientes básicos de la fruta o de la verdura, las vitaminas, los minerales, los azúcares, las féculas y las enzimas. Esta bebida puede ser absorbida rápida y fácilmente por el cuerpo, sin tener que preocuparnos por la digestión de la pulpa. Casi todas las frutas y verduras son apropiadas para exprimirlas, si bien algunas verduras, como por ejemplo el brécol o la coliflor, resultan más bien amargas y son más agradables al paladar una vez se han mezclado con un ingrediente más dulce, como el zumo de la zanahoria o de la manzana.

Un vaso de zumo fresco, sabroso y de un color vivo se nos hace difícil de resistir. Un zumo recién exprimido normalmente no tiene nada que ver con uno de tetrabrik o de botella. Los zumos naturales son más cremosos: una naranja recién exprimida tiene casi el mismo color que un melocotón, porque el zumo contiene parte de la pulpa.

Pese a que el consumo de frutas o verduras exprimidas es parte de una dieta equilibrada, no es la panacea para las enfermedades vinculadas a la dieta, pero puede afectar de forma positiva a nuestra salud, vitalidad y aspecto. No hay que olvidar que los zumos carecen de las fibras, grasas y proteínas que son vitales para mantener la energía y la salud. 

Los batidos, por otro lado, pueden ser una bebida más contundente y, con los derivados de la leche, a menudo incorporan nutrientes que le faltan a un simple zumo. Los batidos son a menudo una parte vital y riquísima de una dieta restringida, como la de quienes se encuentran demasiado enfermos para ingerir comida sólida. Tanto los batidos como los zumos nos permiten consumir productos frescos en su estado básico, con los nutrientes intactos. 

Si cocemos la verdura, destruimos gran parte de los aminoácidos, vitaminas y minerales que son vitales para una dieta equilibrada y que protegen nuestro cuerpo de las enfermedades. Además, resulta más fácil para el cuerpo asimilar un líquido nutritivo que una materia sólida, así que nuestro sistema digestivo procesa más rápidamente la parte provechosa que hallamos en las frutas y verduras. 

Sin lugar a dudas, los zumos y los batidos frescos nos ayudarán a mejorar la salud en general, puesto que nos aportarán una mayor resistencia contra las enfermedades y posiblemente suprimirán algunos pequeños achaques. !Y lo más destacable es que están riquísimos y son muy fáciles de preparar!


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