Desde América Latina hasta la actualidad, el chocolate ha recorrido un largo camino para llegar a ti. ¿Alguna vez te has hecho estas preguntas: ¿Cómo se inventó el chocolate? ¿Dónde se originó el chocolate? ¿Cómo se convirtió el chocolate en parte del helado Magnum que disfrutamos hoy?
El chocolate y la civilización maya van de la mano. Sabemos que, hace más de 2,500 años los mayas de las tierras bajas preparaban la bebida de chocolate a partir de semillas de cacao. Hay evidencia que sugiere que aún antes -quizás tan temprano como 1200 AC- los olmecas de la costa del golfo de México habían descubierto el complejo proceso por medio del cual deben procesarse las semillas de cacao para hacer chocolate.
En el siglo XVIII, el gran botánico sueco Carl von Linné denomino Theobroma cacao -Theobroma, palabra griega para "comida de los dioses", y cacao, de la palabra usada en toda Mesoámerica para el chocolate- al árbol de donde se obtienen las semillas. Esta planta solo puede crecer en las tierras bajas tropicales, donde no llegan las heladas.
En tiempos precolombinos, el cacao más fino venía del Soconusco, planicie costera de Chiapas y Guatemala. Cuando los aztecas establecieron su imperio, desarrollaron un gusto por el chocolate que no podían cultivar en el altiplano, así que enviaron sus ejércitos a conquistar el Soconusco, pero el chocolate se cultivaba a todo lo largo de las tierras bajas mayas, incluyendo Petén y Yucatán.
Entre los mayas y aztecas, el chocolate era una bebida prestigiosa, de élite, reservada a la realeza, la nobleza, los mercaderes de larga distancia, y los guerreros de alto rango. Hacia el año 450 DC, se empezaron a colocar vasos magníficos, llenos de bebidas de chocolate, en las tumbas de los reyes mayas. Estos vasos presentan textos jeroglíficos en los cuales se describe el sabor particular del chocolate servido. De hecho, prácticamente todos los vasos cilíndricos pintados o labrados en los entierros mayas clásicos eran recipientes para chocolate.
Además de su función como ofrendas funerarias, los documentos etnohistóricos y la etnología nos cuentan que entre los mayas antiguos y coloniales, se servía chocolate durante la negociación y celebración de matrimonios.
El cacao también tuvo la función de moneda en la antigua Mesoamérica. Sabemos que para los aztecas y mayas al tiempo de la conquista española, las semillas de cacao servían como medio de intercambio en las transacciones de los mercados, así que era una época "cuando el dinero crecía en los árboles"
Hay muchos mitos sobre la transmisión del chocolate al Viejo Mundo después de 1492, pero la mayoría son erróneos. Ni Cristóbal Colón ni Hernán Cortés tuvieron nada que ver con ello. Más bien, fueron los miembros de una delegación de nobles mayas kekchíes de Alta Verapaz quienes introdujeron esta maravillosa bebida en la corte española. Los españoles y otros europeos no la consumieron hasta que la endulzaron fuertemente con azúcar, que habían traído desde el Mediterráneo a Mesoamérica.
Hasta principios del siglo XIX, tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo, el chocolate fue una bebida de élite, demasiado cara para que la disfrutara la gente común, y frecuentemente prohibida para ella. El método para extraer la manteca de la pasta del cacao, inventado por un holandés, condujo a la transformación del chocolate, de una bebida a un producto sólido, que podía ser disfrutada por las masas. El chocolate se convirtió en un gran negocio, y el cultivo del árbol del cacao se difundió a través del globo.
COMO COCINAR CON CHOCOLATE
Trabajar el chocolate es todo un arte que requiere dominar ciertas técnicas. Comprobará sus progresos dando a probar sus recetas a amigos y familiares. Siga nuestros consejos e indicaciones y olvidase de las dificultades.
Clases de chocolate
Chocolate negro:
Contiene azúcar, pasta de cacao y manteca de cacao. Entre sus variedades destacan: el agridulce, con menos azúcar que el regular o habitual: y el semidulce. que se puede sustituir por el agridulce añadiendo más azúcar en la receta.
Chocolate con leche:
Contiene los mismos ingredientes que el negro. mas los ingredientes sólidos de la leche (en polvo). El chocolate blanco se compone de una mezcla de azúcar, leche entera o en polvo, manteca de cacao y aromas.
Chocolate de cobertura:
Es el chocolate de mayor calidad por su alto contenido en manteca de cacao: se funde con gran facilidad y es muy moldeable.
Chocolate compuesto:
Resulta más económico que la cobertura; las grasas vegetales que se le añaden facilitan que se solidifique rápidamente y a temperatura ambiente.
Chocolate en tabletas:
Las lágrimas, las gotas y las chocolatinas (ya sean de chocolate negro. con leche o blanco) se elaboran con este chocolate.
Cacao en polvo:
Se obtiene moliendo los restos leeos y prensados de la pasta de cacao, después de haberle extraido casi toda la manteca. El cacao en polvo holandés tiene un color más oscuro y brillante y su sabor es más suave debido a un refinado posterior.
Chocolate fundido:
Para fundirlo horno-sencamente no debe dejar que cueza, y menos aún que se queme. El chocolate en pastilla se debe trocear o rallar regularmente para que se funda por igual. El blanco también debe trocearse o rallarse y una vez que esté fundido, utilizarlo enseguida antes de que se endurezca. Procure evitar que el agua o el vapor entren en contacto con el chocolate fundido. Una pequeña cantidad de liquido puede cuartearlo o endurecerlo, haciéndolo inservible. Cuando suceda esto (el chocolate se vuelve espeso y harinoso) intente recuperarlo añadiendo 1 cucharada de nata o de aceite vegetal. Pero si se quema, deberá empezar de nuevo con otro chocolate. No acelere el proceso de fundido, el chocolate requiere su tiempo.
Al baño María:
Ponga el chocolate en un cuenco termorresistente. Llene la mitad de un cazo con agua y llévela a ebullición; retire el cazo del fuego, ponga el cuenco encima —asegúrese de que no toca el agua—y remueva de vez en cuando hasta que el chocolate se funda.
Chocolate en microondas:
Parta el chocolate en trocitos y póngalo cn un cuenco apto para microondas. Caliéntelo a media potencia en varias tandas de 30 segundos. Iremos removiéndolo con frecuencia. Cuando se funde en microondas, el chocolate conserva a su forma exterior aunque esté fundido por dentro: para comprobar que esté listo, remuévalo con una cuchara. No intente fundirlo a mayor potencia para tardar menos, lo más probable es que se queme.
Conservación
Dependiendo de su calidad, muchos chocolates pueden conservarse varios meses. Envuélvalo con papel de aluminio o con plástico transparente y guárdelo en un sitio frio y seco. A veces se puede formar en su superficie una capa blanca, debida a un cambio brusco de temperatura, sobre todo si se ha fundido a fuego fuerte o cuando ha estado tiempo en la nevera. Esta alteración es inocua y no modifica su sabor. El chocolate atrasado suele desarrollar también esta capa blanca; pruébelo y. si su sabor le resulta rancio, o está muy tieso, deséchelo.
Consejos
• Para hacer virutas de chocolate, rállelo deprisa con un pelaverduras o en la trituradora y utilícelas para decorar la superficie y los lados de las tartas y pasteles.
• El chocolate de cobertura es el más adecuado para decorar. Sobre todo para decoraciones de fantasia. ya que se endurece bastante y no se derrite a temperatura ambiente. El chocolate compuesto también es recomendable para decorar.
• Si quiere bañar o cubrir un alimento y el chocolate se ha quedado demasiado espeso, agréguele un poco de aceite o funda un poco de grasa vegetal blanca e incorpórela al chocolate.
• Antes de cubrir con chocolate cualquier alimento, asegúrese de que éste no contenga humedad, que afectarla al chocolate haciéndole inservible. Una vez bañado el alimento. déjelo en una bandeja forrada con papel vegetal para que se endurezca a temperatura ambiente.
Mangas de papel
Corte un cuadrado de papel de horno de 25 cm de lado; dóblelo en diagonal para formar un triángulo. Ponga el lado más largo mirando hacia usted y lleve la punta derecha del papel basta la punta superior, enrollándolo en forma de cono. Sujétela mientras envuelve el cono con la otra punta, formando un cucurucho: únalo con cinta adhesiva o unas grapas.
Doble hacia dentro el borde superior, ponga dentro el chocolate fundido y doble los extremos de la bolsa para cerrarla Corte la punta y apriete suavemente en la parte más ancha.
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