Hay muchos motivos por los que muchos niños comen menos en verano. Pero, es verdad que ningún niño sano se va a desnutrir habiendo comida, comen lo que necesitan... no debería preocuparse.
¿Por qué comen menos los niños en verano?
El motivo fundamental es que parte de las calorías que ingiere, las gasta en mantener la temperatura corporal. En verano hacen falta menos calorías para mantener la temperatura corporal. Por lo que hay que comer menos.
Por otro lado, el calor hace que coma menos cantidad (aunque se hagan más comidas o se picotee más). Esto se debe a que el cuerpo se tiene que refrigerar más, por lo que se necesita más sangre circulando por debajo de la piel, y menos sangre en la digestión.
¿Por qué los padres perciben
que los niños comen menos en verano?
Cuando ya no van a la escuela, con las vacaciones, con los viajes, se rompen las rutinas. Con los cambios de rutina y horario a veces las comidas se hacen en horarios cambiantes. Y por otro lado, romper la rutina a muchos niños les afecta bastante en su comportamiento en general. Así que, el niño sí que come más o menos lo que necesita, pero no come como y cuando a los padres les parece bien.
También con ese cambio de hábitos, hay más estímulos y el niño está más interesado en jugar, en estar en la piscina, etc. que en estar comiendo. Sobre todo si ya sabe que tiene por ahí a su madre persiguiéndolo con la comida. En cualquier caso, a los padres les parece que el niño no hace ninguna comida "como toca".
¿No estarán los padres alimentándolo poco?
Para empezar hay que entender como es la constitución normal de un niño según la edad. Aunque cada niño es diferente, en general tenemos que, los bebés suelen ser más redonditos, tienen más mollitas. Cuando van creciendo y empiezan a moverse más, va cambiando su tipo, se estiran más, y en general un niño de 2 años, siempre está más "delgado" que un bebé de 9 meses. Ese aspecto tan delgado puede ser bastante llamativo entre los 3 y los 6 años, pero es normal en la mayoría de niños. A partir de los 6-7 años muchos niños empiezan a "rellenarse", algunos demasiado, y ahí es donde nos estamos encontrando con un aumento de la obesidad infantil preocupante.
¿Se puede hacer algo
para que coma mejor en verano?
Las vacaciones y el verano están para relajarse, romper un poco la rutina y hacer otras cosas; así que no se preocupen demasiado por si come o no come (tampoco deberías hacerlo el resto del año). Por otro lado, el tener más tiempo juntos la familia, se puede aprovechar para fomentar que nuestros hijos coman variado y sano.
Es mucho más importante que coman variado, aunque sea en muy pequeñas cantidades, a que coman "mucho" pero de tres cosas. No hay que caer en el error de que como solo le gusta "un platillo", que coma eso mismo todos los días 2 veces. Si su hijo no come como ustedes lo desean, eso se puede mejorar educando el hábito de comer, pero el verano y las vacaciones puede que no sea el mejor momento para hacerlo.
También puede ayudar ofrecerle comidas más apetecibles, como la dieta mediterránea que tiene una oferta incomparable: gazpachos, infinitas ensaladas, o la gran variedad de frutas frescas de temporada. Y por supuesto que puede tomar helados. ¿Cómo no va a tomar un niño helados en verano?
Pero, hay que saber que ese helado también tiene muchas calorías y también le "alimenta", aunque no del modo más saludable. Pero tampoco pasa nada porque tome un helado de vez en cuando si se fomenta que coma otras cosas. Mucho más inadecuado es que beba refrescos o zumos comerciales, porque sí que interfieren bastante con el apetito y nutricionalmente no aportan nada y su consumo frecuente es perjudicial. Para beber: agua.
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