A través de su uso continuo por más de 2 mil años, el gingseng ha sido llamado “el rey de los tónicos”. Esta hierba restaura la energía vital a través de todo el cuerpo humano, ayudando a superar el estrés y la fatiga.
Actualmente existen tres tipos de hierbas comúnmente conocidas como ginseg: El ginseng asiático (Panax ginseng); el ginseng americano (Panax quinquefolius); y el ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosu), este ultimo no es estrictamente ginseng pero posee propiedades casi idénticas. En efecto, ahora se exige que en las etiquetas figure solo como Eleutherococcus senticosus.
El ginseng asiático es un arbusto perenne de hojas caducas que crece en la China septentrional, Corea y Rusia. Si nos centramos en los términos tradicionales chinos, tenemos que a esta hierba se le conoce más como yang, o lo que es lo mismo, estimulante dado que aumenta la temperatura del cuerpo, mejora la digestión, fortalece los pulmones, y calma el espíritu.
El ginseng asiático es un pariente cercano del americano, aunque este último es muy exportado a Asia, donde se le conoce como hierba yin, menos térmico, menos estimulante, y más balanceada que el ginseng asiático.
Los ingredientes activos del ginseng se denominan ginsenoides y existen muchos diferentes, cada uno de ellos con sus propios efectos.
Se han producido dos revisiones importantes de las investigaciones llevadas a cabo con esta hierba, evaluando treinta y siete experimentos realizados entre 1968 y 1990, que analizaron un total de 2,562 casos, con tratamientos cuya duración era de dos o tres meses. En trece de estos estudios, los pacientes demostraron una mejora en su estado de ánimo, y en once de ellos, mejoras en su desempeño intelectual. Cabe resaltar que se produjo una total ausencia de efectos secundarios en todos los casos.
El Eleutherococcus senticosus crece, primordialmente, en China y Siberia. Un grupo de científicos rusos condujo el primer experimento moderno con esta planta en la década de 1940. Dicho estudio concluyó que el eleutherococo era tan efectivo como el ginseng asiático, con el beneficio adicional de ser, sustancialmente, más barato.
Mientras que cada tipo de ginseng ofrece un abanico único de posibilidades, todos ellos incrementan la resistencia al estrés, potencian la alerta mental, mejoran la estamina (energía) y el sistema inmunológico y se conocen como adaptógenos.
ELPODER DE LOS ADAPTÓGENOS
Los adaptógenos son un grupo de notables sustancias que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés originado por diversas causas, como la exposición a temperaturas extremas, la radiación y las toxinas. Asimismo son muy efectivos ayudando al cuerpo a sobrellevar el estrés derivado del esfuerzo físico, la privación del sueño, infecciones y traumas físicos y psicológicos.
El respeto por los beneficios derivados del uso de estas sustancias se remonta, miles de años atrás, a la China. Sin embargo, los estudios científicos serios recién se iniciaron en la década de 1950, cuando los científicos soviéticos empezaron a investigar los adaptógenos con el propósito de ayudar a los soldados a combatir el estrés, reducir la enfermedad, construir y mantener una musculatura sólida y aumentar su capacidad de resistencia. Se ha comprobado, además, que resultan especialmente efectivos ayudando al cuerpo a retornar a un estado saludable de balance (homeostasis) luego de un periodo de estrés. Por ejemplo, cuando la presión arterial sube o baja demasiado, un adaptógeno puede normalizarla.
Con frecuencia se identifica, erróneamente, al ginseng como un estimulante, cuando la verdad es que se trata de un verdadero adaptógeno que trabaja a través del tiempo para mantener la salud.
TÓNICO ANCESTRAL PARA
EL ESTRÉS MODERNO
Tal parece que el ginseng nos protege frente a ese preocupante problema de la salud, derivado de la vida moderna, que es el famoso estrés. Además de sus efectos adaptogénicos, esta hierba también estimula la mente, aumenta el desempeño físico, fortalece el sistema inmunológico, y ayuda a las hormonas a regular mejor las funciones del cuerpo. También protege al hígado, el que debe ser tomado en cuenta por su habilidad para procesar rápidamente el alcohol en el cuerpo. Adicio nalmente, incrementa los niveles de oxígeno en las células y los tejidos del cuerpo para aumentar la resistencia física, la capacidad de alerta y la coordinación visual-motora. Los efectos de esta planta sobre las funciones cerebrales hacen idónea su utilización para los ancianos. Para lograr el máximo efecto, se sugiere combinarla adecuadamente con el ginkgo.
El ginseng, especialmente el eleuthero, potencia la actividad de las glándulas adrenales, que regulan el estrés y proveen la energía necesaria para una “respuesta de lucha o huída” frente al mismo. Cuando nos enfrentamos a una emergencia real, dicha respuesta puede salvar su vida. No obstante, cuando estamos sobre estresados nuestras adrenales continúan liberando adrenalina y cortisona, y, en un determinado momento, la sobre estimulación adrenal puede conducirnos al agotamiento.
Una consecuencia muy seria del agotamiento adrenal es la caída aguda de la capacidad de respuesta de nuestro sistema inmunológico, con lo cual se nos deja más vulnerables a contraer resfriados, gripes e, incluso, enfermedades más serias. Se estima que, por lo menos, el 80% de las visitas al médico se deben a enfermedades relacionadas con el estrés, como las dolencias cardiacas, la alta presión arterial y el cáncer. En consecuencia, la reducción del estrés debe convertirse en una prioridad cuando hablamos de cuidar nuestra salud.
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