Hasta ahora, la leche materna o la leche de fórmula fortificada con hierro le ha dado al bebé todo la nutrición que necesita para crecer y prosperar. Pero a medida que se acerca a los seis meses de edad, su sistema digestivo comienza a madurar, y ahora es capaz de digerir alimentos sólidos.
¿Cuándo está listo el bebé?
A los seis meses, el bebé empieza a desarrollar físicamente las habilidades que necesita para digerir alimentos sólidos. Pero, ¿cómo saber cuándo está listo para tomar su primera cucharada? La mejor manera es seguir su ejemplo y observar los siguientes signos:
• El bebé puede sentarse erguido con apoyo.
• Mantiene la cabeza firme.
• Abrirá la boca o se inclinará hacia adelante cuando se le ofrezca comida frente a él.
• Puede tragar la comida cuando se la colocan en la boca en lugar de empujarla.
• Está interesado en lo que estás comiendo.
Alimentos complementarios
Aunque el bebé esté listo para tomar alimentos sólidos, la leche materna o los alimentos fortificados con hierro seguirán siendo el pilar de su dieta. De hecho, un bebé que comienza a tomar sólidos de entrada pueden comer solo unas pocas cucharaditas en cada sesión.
Los alimentos complementarios como puré de calabaza, cereal de arroz y compota de manzana solo proporcionan una nutrición adicional ayudando al bebé a aprender a comer, a masticar y tragar alimentos, a aceptar y adaptarse a nuevos sabores y texturas.
El pecho sigue siendo mejor
La leche materna es el primer alimento perfecto de la naturaleza y el mejor comienzo nutricional. De hecho, los expertos en salud recomiendan amamantar a tu bebé exclusivamente de esta manera durante sus primeros seis meses, si es posible, y luego ofrecerle leche materna y sólidos hasta que por lo menos tenga un año.
Los beneficios de amamantar son los siguientes:
• La leche materna proporciona anticuerpos que ayudan a proteger al bebé contra enfermedades e infecciónes.
• Los bebés amamantados tienen menos problemas estomacales. La leche materna es más fácil de digerir que la fórmula para biberones y fomentan el desarrollo del sistema digestivo del bebé.
• Los sabores de los alimentos que ingiere la madre pasan a la leche, transmitiendo al bebé a una amplia gama de sabores.
• La leche materna contiene grasas beneficiosas que mejoran el desarrollo mental.
• La lactancia materna también protege contra el desarrollo de alergias alimentarias, obesidad, diarrea e infecciones del oído y respiratorias.
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